Institucional

EL MÉDICO, EL TRABAJO Y LA DIGNIDAD

Por el Dr. Héctor Garín – Secretario General AMAP

2007, un antes y un después

El 7 de noviembre de 2007 marcó un antes y un después para la Asociación de Médicos de la Actividad Privada, una entidad creada en 1998 por un grupo de dirigentes de FEMECA. Ese día, por resolución Nº 1307 del Ministerio de Trabajo, la AMAP recibió la personería gremial. Poco más de un año después pasó de tener 900 afiliados a más de 1750.

Es el primer sindicato médico del sector privado y único que logró la firma de cuatro Convenios Colectivos de Trabajo con cámaras empresariales y nueve Convenios Colectivos de Trabajo por empresa, además de obtener la ampliación a todo el país del Convenio con ADECRA, contando con más de 6000 afiliados actualmente y una sede social, orgullo de la Comisión Directiva, y la conformación de la Mutual para dar beneficios a esos afiliados.

Ser médico, un trabajo digno

La AMAP fue conformada para devolverle al médico la dignidad como trabajador. Un médico que, en muchos casos, en el ámbito de la actividad privada se ve humillado por aranceles vergonzantes, debiendo sumirse en el multiempleo y en guardias agotadoras para sobrevivir.

A esto se suman las condiciones en que ejerce su profesión, sin ART en caso de accidente laboral, por lo que ante cualquier problema de salud es echado sin miramientos (ni indemnización) o deja de percibir sus honorarios hasta que pueda reincorporarse.

Tampoco cuenta con seguro de desempleo, vacaciones ni aguinaldo. Y debido a la falta de aportes por parte de los empleadores, no contará al retirarse de la profesión con una jubilación digna.

La realidad de la comunidad médica

Aunque parezca paradójico, en la mayoría de los casos, los médicos que trabajan en el ámbito privado no tienen cobertura de salud si no la pagan de su bolsillo, ya que no están cubiertos por la Seguridad Social. Tampoco cuentan con ningún tipo de licencia para capacitarse y las mujeres no tienen licencia por maternidad ni lactancia.

Esta realidad es sufrida por gran parte de la comunidad médica, ya que muchas clínicas, sanatorios y obras sociales tienen a un alto porcentaje de su personal no registrado. Y cuando el médico intenta algún reclamo, los empresarios o dirigentes ni siquiera lo reciben, lo ignoran.

Todas estas situaciones que venimos viendo desde hace años demuestran que la situación de la profesión médica ha llegado al límite más paupérrimo.

Un desafío gremial para el futuro

El desafío gremial a futuro es lograr trabajar bajo nuevas formas, con un paradigma nuevo en materia socio-laboral.

Nadie puede desarrollarse como persona y como profesional -y sobre todo un médico, que cada día tiene la responsabilidad de mantener la salud de sus pacientes, que trabaja en la delgada línea entre la vida y la muerte-, si no cuenta con un mínimo de seguridad sobre su propia vida, si es humillado con una remuneración denigrante y es sumido en la incertidumbre del desempleo.

Solo la unidad, a través de sus entidades representativas médico-gremiales, en el reclamo de sus legítimos derechos, va a lograr que la Medicina vuelva a ser un trabajo digno. Se firmó un convenio de colaboración con el Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad Social de la Nación a fin de detectar y sancionar el trabajo no registrado de los médicos en la medicina privada, también se suscribió un acuerdo para la capacitación de dirigentes gremiales.

Ambas partes coincidieron en que el sector médico es uno de los más precarizados del trabajo en la Argentina.

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