La AMAP advierte que esta pandemia puede ser afrontada con estrategias y con acciones que sean coordinadas únicamente por el Estado. El subsector privado debe actuar obligatoriamente como complemento del sector público, única manera de prevenir acciones mezquinas en búsqueda de ventajas mercantilistas
COMUNICADO DE PRENSA / EL CORONAVIRUS NOS DIO LA RAZÓN
Hace casi dos años planteábamos nuestra oposición a la degradación de los Ministerios de Salud, Educación y Trabajo en secretarías. Decisión que mostraba claramente un menosprecio hacia estas áreas de responsabilidad indelegable del Estado y socialmente tan sensibles.
Hoy con la pandemia de coronavirus en evolución, y ya con el sector sanitario nuevamente elevado a su rango ministerial, observamos como nuestra convicción sobre la necesidad de que la salud sea una política de Estado toma más fuerza. Así como también nuestro postulado acerca de que la salud siempre es pública, independientemente de quien la gestione, resultó ser acertado y, hoy, adquiere una enorme actualidad: ninguno de los subsectores podría hacerse cargo en soledad de la atención médica en esta situación de emergencia sanitaria.
Se necesita de la regulación del Estado para que todos los argentinos, sin ningún tipo de distinción, accedan a las mismas posibilidades de asistencia. Las empresas de salud persiguen una finalidad comercial, no social (lo cual no nos preocupa), pero ese objetivo podría desviarse al verse condicionado por la búsqueda de ganancias en relación a las inversiones realizadas, y esta situación las inhabilita para llevar adelante cualquier acción sanitaria que involucre a toda la sociedad.
El subsector de la medicina privada, en estas circunstancias y en otras en las que pudiera ser necesaria su participación, debe actuar siempre y obligatoriamente como complemento del sector público, única manera de prevenir acciones mezquinas en búsqueda de ventajas mercantilistas.
El subsector de las obras sociales, fiel a su historia, rápidamente se puso a las órdenes de las estrategias del ministerio, y colocó todo su aparato de atención médica y de internación a disposición de necesidades y requerimientos.
Esta pandemia solo puede ser atacada con estrategias y con acciones que sean coordinadas únicamente por el Estado.
Creemos desde nuestra posición de sindicato médico, que se está transitando el camino correcto para luchar contra el Covid-19. Instamos al Estado y a todos los prestadores de salud a defender a su personal médico y no médico, para esto se lo debe proveer de todas las herramientas de trabajo, de prevención y protección que les evite riesgos innecesarios mientras llevan adelante sus tareas en beneficio de toda la población.
No hay salud sin médicos
No hay buena salud con médicos sin salarios dignos
No hay buena salud con médicos disconformes.
No hay buena salud con médicos desprotegidos.
Hoy agregamos, como siempre sostuvimos, que no hay salud pública sin un Ministerio de Salud.