A 28 años del atentado a la Embajada de Israel, homenaje al Dr. Héctor Garín
Nuestro secretario General ocupaba la dirección General del SAME y recibió un homenaje que la Embajada de Israel realiza a quienes participaron en el rescate y atención de las víctimas del atentado que se perpetró el 17 de marzo de 1992
En el marco de un homenaje que la Embajada de Israel realiza a quienes participaron en el rescate y atención de las víctimas del atentado que se perpetró el 17 de marzo de 1992, nuestro secretario General, Dr. Héctor Garín, recibió una nota de agradecimiento y fue convocado a participar de un documental que dará cuenta de lo que ocurrió aquel fatídico Día. Cabe recordar, que el Dr. Garín se desempeñaba en ese momento como director General del Sistema Médico de Emergencias (SAME), y el Dr. Alberto Crescenti era en ese momento el director Médico.
El atentando terminó con la vida de 29 personas y dejó cientos de lesionados. En la carta que recibió el Dr. Garín, se señala: “frente a tanto dolor y destrucción hombres y mujeres acudieron al lugar y durante horas y días ayudaron a rescatar heridos, sobrevivientes, y también a quienes no lograron salir de entre los escombros. ¡Usted fue una de esas maravillosas personas!”.
“Ese será un día que jamás, los que estuvimos presentes, vamos a poder olvidar. Aun para gente preparada para las emergencias, los accidentes, los desastres naturales, lo que vimos fue de las situaciones más impactantes que podríamos haber vivido. Lo primero fue el estupor por lo que veíamos, no entraba en nuestro cerebro que esta situación estaba pasando en nuestro país, no estábamos acostumbrados a imágenes de guerra que solo veíamos por televisión”, expresa el Dr. Héctor Garín.
Nuestro secretario General, había llegado hacía un año al SAME y en ese corto tiempo había logrado una importante organización a pesar del precario sistema de emergencias con el que contaba la ciudad, con muy escasos recursos. “El 17 de marzo de 1992 implicó un antes y un después para el sistema de emergencia de nuestro país, podríamos decir que en ese momento se inicia la Emergentología como especialidad en la Argentina. Este ataque a la embajada fue el punto de partida para la modernización, primero del pensamiento, luego en los hechos, de la emergencia en la República Argentina”, suma el dirigente.
“En el operativo aprovechamos el sistema de comunicación con el que ya contaba el sistema así como la red hospitalaria, y pusimos a los establecimientos en alerta roja para la recepción de los pacientes que eventualmente en su mayoría fueron autoevacuados, con la solidaridad de la sociedad. También, logramos ordenar las ambulancias privadas acostumbradas solo a las atenciones clínicas domiciliarias, y que con su casi nula experiencia en este tipo de situaciones solo aumentaban el caos”, sentencia Garín.
“Se logro resolver el tema de los heridos y se trabajó juntamente con los rescatistas durante el resto del día y de la noche rescatándose una última persona herida alrededor de las 4.00 horas de la madrugada del 18. Así finalizó nuestra actividad asistencial, dejamos ambulancias de guardia por las tareas de remoción de escombros, de los bomberos y fuerzas de seguridad”, cuenta Garín.
“Para una ciudad no preparada para emergencias o catástrofes de esta naturaleza fue un golpe durísimo, que nos mostró que no estábamos preparados para eventos de esta naturaleza, aun los que nos ocupábamos de las urgencias y emergencias nos dimos por enterados que la organización del SAME debía discurrir por otros carriles, que permitieran dar respuestas a circunstancias hasta aquí desconocidas y que veíamos solamente por televisión. Este doloroso hecho nos obligó a madurar como emergentólogos, a reconocer nuestras falencias y debimos elaborar otros proyectos de trabajo que nos pusieran en igualdad de condiciones con otros sistemas de emergencia del mundo”, agrega el Dr. Garín.
Para concluir, el titular de la AMAP, expresa: “Aquello marcó profundamente la vida de quienes estuvimos presente, vivimos una experiencia que no quisiéramos haber transitado y que obligó a desarrollar el SAME, que hoy es un orgullo para nuestra ciudad y uno de los más reconocidos en el mundo”.