Incentivos económicos versus formación integral del residente
El objetivo no debe ser solamente aumentar el número de médicos residentes, sino además brindarles mejores condiciones para aprender y capacitarse
Por el Dr. Héctor Garín
Secretario General de la Asociación de Médicos de la Actividad Privada
Desde hace más de dos años la AMAP hizo propia la preocupación de los médicos residentes por sus condiciones laborales. En ese sentido, presentó un proyecto de ley para que el trabajo de los residentes sea registrado durante el tiempo que duré la capacitación, además la iniciativa legislativa regula la duración de la jornada de acuerdo a la Ley de Contrato Laboral. Además, la AMAP logró que en varios convenios colectivos se incluyese a los residentes.
Hoy, sobre todo en el interior del país, la situación de los jóvenes colegas es muy crítica. Faltan médicos en algunas especialidades y los bajísimos salarios, y el reiterado maltrato hacen que los colegas renuncien a sus cargos. Sin exagerar se puede decir que en muchos sitios se tratan casi de una forma de trabajo esclavo.
Según un estudio de demografía médica realizado el año pasado por la cartera sanitaria nacional, casi el 50 por ciento de los médicos que prestan servicios en el sistema de salud bonaerense tiene más de 50 años.
Una iniciativa insuficiente
Ante la falta de especialistas, el Ministerio de Salud bonaerense convocó a los intendentes del centro provincial y ordenó que ofrezcan una mayor remuneración, vivienda y estabilidad laboral a los médicos jóvenes para que se radiquen en sus respectivos distritos. Además, presentó “Quiero ser residente”, un programa que persigue el objetivo de que los municipios hagan su aporte para motivar a los recién graduados a formarse e incluso a desarrollar un proyecto de vida donde más hacen falta médicos.
Es positivo que las autoridades reconozcan que existe un problema con la falta de especialistas. Los programas para atraer residentes con incentivos económicos son insuficientes. Es un tema mucho más complejo, si bien el plus económico es un atractivo, en términos de aprendizaje el problema no se resuelve.
Estos programas promueven que los residentes se instalen a lugares donde no hay infraestructura médica ni docente para capacitarlos. Es un problema trasladar la instrucción del residente a centros sanitarios que no están en condiciones para instruirlos. Hay que preguntarse si buscan mejorar el sistema educativo, o únicamente pretenden disponer de médicos para atender hoy, para poder remediar la falta de profesionales.
La solución tiene que ser de fondo: hay que mejorar el sistema universitario, la provisión de insumos y recursos. El incentivo económico es solo una parte, es una manera de solucionar fácilmente el problema: con plata. No es solo una cuestión de aumentar el número de residentes, sino de brindarles mejores condiciones para aprender.
¿Quién formará al residente?
Para hallar una respuesta hay que sumar esfuerzos, hay que involucrar a la universidad, y llevar al menos un poco de justicia a los centros sanitarios que en general no cuentan con recursos adecuados. El tema de la educación no es solo una cuestión de sumar alumnos, sino también de contar con maestros. En un hospital alejado el joven corre el riesgo de ejercer en solitario ¿Cómo puede formarse un médico en un pequeño hospital que no cuenta con especialistas, ni tecnología, ni elementos apropiados? ¿Con quién hará el pase de sale? ¿O cómo se podrá participar de un ateneo? Todas instancias claves para una capacitación integral.
En realidad este tipo de propuesta es un reconocimiento implícito de las fallas del sistema. La ministra dijo que el objetivo de este plan es reforzar el número de profesionales de ciertas especialidades críticas, como tocoginecología, pediatría, clínica médica, neonatología, terapia intensiva, y medicina general. Ante la falta de personal sanitario es mucho más apropiado ofrecer buenas posibilidades de empleo, sueldos , vivienda, resolver problemas familiares (trabajo a su esposa/o, colegio de sus hijos, entre otros) a médicos que ya hayan terminado sus residencias para que se instalen en pueblos o ciudades donde es necesario este tipo de recurso humano, que propiciar que jóvenes médicos en formación se afinquen en regiones que no cuentan con infraestructura sanitaria ni con recursos docentes para preparar a los colegas.
¿Y la salud de la población?
La preocupación de un gremio como la AMAP no se fundamenta solo en las condiciones laborales de los médicos, sino también en el sistema de educación, porque si los médicos no cuentan con una capacitación de alta calidad se pone en juego la salud de la población, objetivo principal de quienes han optado por una carrera como la Medicina de enorme compromiso humano y social.