Posición institucional ante la aparición de casos de falsos médicos
En conferencia de prensa, el 1 de agosto, la AMAP fijo su postura frente a últimos casos de falsos médicos,y su relación con la falta de control y la precarización del trabajo
Creemos necesario ahondar las investigaciones y la búsqueda de soluciones al grave problema que representa la contratación de algunos médicos extranjeros, no autorizados, que no han hecho la reválida de su título en la Argentina. Se trata de médicos no autorizados que llegan a trabajar en nuestro país yque no tienen matrícula profesional habilitante. En otros casos, es más grave aún la contratación de personas que no tienen título de médico o que no han finalizado sus estudios con el único fin de cubrir espacios y lugares de trabajo, pagando menos honorarios para generar mayores ganancias a las empresas.
Hemos denunciado estas situaciones que se dan especialmente en las empresas de ambulancias, y en algunos casos en clínicas y sanatorios pequeños, fundamentalmente del interior y gran Buenos Aires.
No nos queremos quedar en la anécdota de este grave hecho y nos preguntamos cuales son las razones por que esto sucede. Llegamos a la conclusión de que la evidente falta de contralor por parte de los diferentes Ministerios de Salud, responsables del cumplimiento de las leyes de ejercicio profesional, no es la única causa. También, atribuimos esta realidad a las facilidades que tienen algunas empresas prestadoras de servicios de salud, para incumplir las leyes laborales como la Ley de Contrato de Trabajo y la Ley de Jornada Laboral, que posibilita estas graves anomalías.
Un ejemplo de lo anterior es la falta de registración de los médicos en los distintos lugares de trabajo. Decimos que el 40% de los trabajadores médicos de la Capital Federal no están registrados, no cuentan con un trabajo decente, como lo ha denominado la Organización Internacional del Trabajo. En el resto del país, muchas provincias ostentan porcentaje del 90 -95% de colegas no registrados.
La registración permitiría un mayor control de la situación y habilitación de los profesionales contratados, y evitaría una evasión de 1000 millones de dólares al sistema previsional y de obras sociales.
No hay salud sin médicos
Se deben revertir las condiciones de trabajo y los salarios indignos a las que son sometidos los médicos para lograr que no tengan necesidades de ser pluriempleados, para permitirles un descanso adecuado, facilitarles capacitación continua, evitar la deserción laboral y la pérdida vocacional. Esto a su vez haría que los inescrupulosos que contratan no médicos para la atención de los pacientes generando un enorme riesgo para la salud de la población, no puedan hacerlo.
No es posible una salud sin médicos, ni con médicos disconformes, cansados, no actualizados, que se sientan menoscabados, maltratados, y cuyos ingresos no les permitan vivir dignamente de una profesión que abrazaron con tanto cariño y sacrificio. Hoy, algunos han perdido hasta su vocación de servicio al no poder vivir de su trabajo. Esto se refleja en el trabajo esclavo al que se someten a los residentes para que logren obtener su título de especialista.
Todo esto habla de una crisis en el sistema de salud en su conjunto, de todos sus diferentes subsistemas, público, privado, de obras sociales, Pami, ART, etc.
La Argentina merece un debate mucho más profundo para resolver sus problemas de salud y no solo debates y leyes que parecieran favorecer a algunos sectores económicos, particulares, en general o casi siempre sin pensar ni en el ejecutor de esas políticas, el médico, ni en los receptores, los pacientes. Se ha logrado, en algunos casos, la desaparición de este vínculo curativo, que es la relación médico-paciente. En su lugar, se ha implementado un tipo de atención telefónica (que algunas empresas denominan telemedicina), que lo que ha conseguido es distanciarlos más con el único fin de obtener mayores ganancias.
Nos negamos a que el término que nomina a una de las profesiones más humanitarias y éticas de todas, sea sinónimo de trucho y no podemos permitir que se pierda la fe en la tarea que los médicos llevan adelante con esfuerzo, sacrificio, sin las mejores condiciones y bajos salarios.
Esperamos que las autoridades y responsables de los controles cumplan con su tarea.