Situación de los médicos residentes: La intensa lucha de la AMAP

En solo un año el gremio logró que se incorporen en convenios colectivos de trabajo, y elaboró un proyecto de ley para que se los contrate en relación de dependencia

Por el Dr. Héctor Garín

Hace un año un grupo de médicos residentes se acercó a una reunión de la AMAP en la provincia de Córdoba. Con mucha preocupación nos expusieron las condiciones de trabajo en las que ejercían su profesión, en esta etapa clave de formación profesional que representa el sistema de residencia.
Expusieron las condiciones laborales que les ofrecían las clínicas y sanatorios cordobeses: jornadas de entre 110 y 120 horas semanales, hasta tres guardias por semana, asignación de tareas que no les correspondía asumir (que debían realizar los médicos de planta) y salarios tan bajos que no llegaban a los 5.000 pesos mensuales. Además del sometimiento a abusos de autoridad, maltrato, y la no contemplación de derechos básicos. En ese momento empezamos a hablar de trabajo esclavo, un concepto que lamentablemente pudimos hacer extensivo a otras situaciones similares como las que se viven en Santa Fe y Corrientes.

¿Qué pasó desde aquella primera denuncia?
La AMAP inició un recorrido de trabajo intenso en defensa de los médicos residentes. Muchos empresarios de la salud, y aunque parezca extraño las mismas autoridades sanitarias y hasta algunas entidades médicas, deben entender que el residente es un médico en capacitación, con matrícula, título habilitante, responsabilidades y obligaciones iguales a cualquier médico, un profesional que debe ser considerado un trabajador, y que no puede ser sometido a regímenes laborales que violen la Ley de Contrato Laboral, que entre otras cosas plantea jornadas laborales de un máximo de 48 horas semanales.
Nuestro gremio denunció públicamente esta realidad: hicimos conferencias de prensa, emitimos comunicados, y mantuvimos reuniones con autoridades y entidades médicas para que tomen consciencia de que estas condiciones laborales son inaceptables en este siglo.
La AMAP comenzó a recorrer el país para conocer que sucedía en otras ciudades y comprobó que el trabajo esclavo al que son sometidos los residentes se reproducía. Incluso los cargos en algunas especialidades muy estresantes (terapia intensiva, neonatología, entre otras) quedan sin cubrir en este contexto de malas condiciones de trabajo y bajos salarios.

Un proyecto de ley
Luego de este trabajo de denuncia y relevamiento, la AMAP elaboró un proyecto de ley para regular el trabajo de los médicos residentes en el ámbito de la medicina privada. Esta iniciativa que cuenta con veinte artículos contempla diferentes aspectos. Lo más destacado es que establece que el trabajo de los residentes debe ser contemplado por las empresas de salud como una relación de dependencia laboral durante todo el período que dure esta instancia de formación.
Por otro lado, la propuesta define la jornada laboral en un máximo de 48 horas semanales como establece la Ley de jornada Laboral, las horas que se trabajen por fuera de ese tiempo deben ser consideradas horas extras y abonadas como tales. La AMAP presentó el proyecto al diputado Héctor Recalde, quien le dará el impulso para lograr que sea tratado por el Congreso de la Nación.
El objetivo es regular el trabajo de los residentes, a quien hoy se le encomiendan tareas y responsabilidades de un médico de planta, pero con un régimen de trabajo muy abusivo. Las empresas de salud deben cumplir su rol capacitador y no usar el residente para cubrir necesidades laborales que los exceden. La residencia se ha convertido en algunas clínicas y sanatorios en una forma de esclavitud moderna. En este marco, las mujeres son un grupo especialmente vulnerable, por sus situaciones de embarazo, o licencias por maternidad, llegando al extremo que una reglamentación del Colegio Médico de Santa Fe, le otorga sólo 45 días de licencia por maternidad, violando la ley nacional que obliga a los 90 días

Los residentes en los convenios colectivos de trabajo
Un logro fundamental de la AMAP fue incluir a los médicos residentes en los convenios colectivos de trabajo firmados con la Obra Social Docente OSPLAD, y con la Obra Social Bancaria. Allí el trabajo del residente quedó plasmado como el de cualquier otro profesional en el marco de la Ley de Contrato de Trabajo con la particularidad de que su relación laboral está circunscripta al tiempo determinado que dure su capacitación, sin posibilidad de solicitar la estabilidad en su cargo al concluir la residencia. Por otro lado, el residente no debe realizar tareas más allá de las horas establecidas, debe ser contratado en relación de dependencia con los aportes previsionales, derecho a vacaciones, licencias por enfermedad, ART, y todos los beneficios que la ley otorga.

En contra de una resolución ministerial
Recientemente el Ministerio de Salud firmó una resolución para las especialidades médicas de pediatría, medicina general y tocoginecología que favorece la situación de médicos-alumnos como mano de obra barata, ya que habilita a que puedan tener jornadas de hasta 80 horas semanales, y desconoce completamente los derechos del médico como trabajador. La AMAP envió una nota al Ministro de Salud de la Nación en la que advierte la situación de trabajo esclavo en la que se desempeñan los residentes, y lo peligroso que es dictar resoluciones de esta naturaleza que contribuyen a perpetuar situaciones de explotación.
Por otro lado, la AMAP puso en conocimiento de esta normativa al Ministerio de Trabajo, y se reunió con la Secretaria de Trabajo, Dra. Noemí Rial, quien se comprometió a intervenir para que se garanticen los derechos de los jóvenes profesionales.

La lucha de la AMAP
Desde su creación, hace más de ocho años la AMAP tiene como objetivo la erradicación del trabajo no registrado. Se han logrado muchos avances, hoy en la ciudad de Buenos Aires más del 70% de los colegas trabajan en relación de dependencia. En el interior del país, la realidad es muy distinta, y la AMAP concentra sus esfuerzos y su lucha en lograr revertirla.
La situación de los residentes es una de las más acuciantes. En este recorrido de solo un año hemos logrado imponer el tema, comprometer a las autoridades, incluir a los residentes en convenios colectivos de trabajo y presentar un proyecto de ley.
Pero además, la prédica de la AMAP sobre la defensa de los derechos laborales de los médicos ha tenido una profunda impronta. Muchas entidades médicas (colegios, sociedades científicas, universitarias, otros gremios, etc.) han retomado el discurso de nuestro sindicato, y hoy hablan de gremialismo médico. Es un orgullo ser iniciadores de esta prédica en el sector privado de la salud; pero esperamos que estas declaraciones se transformen en acciones en defensa de los médicos, porque hoy traducida en acciones nuestra lucha sigue siendo muy solitaria.

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