Trabajo Médico en el Sector Privado
La calidad de la atención de la salud en el ámbito privado hoy está en riesgo por las condiciones en que son sometidos a trabajar los médicos.
La mayoría trabaja en negro, careciendo de los seguros mínimos para una profesión de riesgo. Y a los pocos registrados, no les pagan los sueldos. Así, en este contexto, indigno, atienden hoy cientos de médicos en los hospitales privados, sanatorios y clínicas más prestigiosos de la ciudad de Buenos Aires. El 96% de los médicos que trabajan en el Hospital Británico no están registrados. Tampoco el 65% de los médicos del Sanatorio Güemes y el 75% de los del Sanatorio Dupuytren, de acuerdo a las inspecciones realizadas por el Ministerio de Trabajo en diciembre del año pasado.
En el caso del Sanatorio Güemes a los que están «en blanco» les están pagando la mitad del sueldo el día 24 o 25 de cada mes y el resto a lo largo del mes siguiente ignorando las leyes laborales. La AMAP denunció esta situación ante la Subsecretaría del Trabajo del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires y también ante el Ministerio de Trabajo de la Nación.
También ha hecho diversas presentaciones ante las autoridades para que los médicos sean registrados, pero los empleadores se niegan sistemáticamente y hasta prefieren pagar multas para no blanquear a los profesionales. A la vez, muchos médicos que trabajan en el ámbito privado se dejan explotar cayendo en la trampa del viejo paradigma de la profesión liberal, ya inexistente. Ese argumento esgrimen los dueños de estas empresas (con o sin fines de lucro), para no registrar a los médicos, que deben cumplir todas las obligaciones de una relación de dependencia y no gozan de ninguno de sus derechos.
Los médicos, con sumisión, con individualismo, con miedo, muchas veces permiten que se den estas situaciones injustas.
Es por eso que la Asociación de Médicos de la Actividad Privada trabaja desde hace más de una década intentando ante todos los estamentos defender los derechos de los médicos y ha alcanzado logros fundamentales para la profesión como la firma, el 4 de enero pasado, de un Convenio Colectivo de Trabajo entre la Asociación de Médicos de la Actividad Privada (AMAP) y la Asociación de Clínicas, Sanatorios y Hospitales Privados de la República Argentina (ADECRA), a partir del cual 14.000 médicos que ejercen en relación de dependencia en clínicas, sanatorios y centros asistenciales cuentan, entre otros beneficios, con: sueldo con establecimiento de valor de hora mínima, aguinaldo, vacaciones, derecho a la capacitación, establecimiento de la jornada laboral en un máximo de 48 horas semanales y pago de horas extras; adicionales (por antigüedad, por trabajo nocturno, por especialidad, etc.); guardería; licencias con goce de sueldo por casamiento, paternidad, enfermedad familiar, adopción, fallecimiento de cónyuge o familiares directos; licencia por enfermedad y accidentes (ART).
Pero por más que la AMAP llegue a la firma de acuerdos y trabaje denodadamente por alcanzar nuevos convenios, quienes deben ser protagonistas a la hora de defender sus derechos son los propios médicos, acercándose a sus instituciones y fortaleciéndolas con su presencia activa para lograr que el ejercicio de la Medicina vuelva a ser, como establece la Organización Internacional del Trabajo, un trabajo digno.