La ley 27.549 sancionada a raíz de la pandemia que asoló al mundo entero en 2020 estableció en nuestro país una exención transitoria del pago del impuesto a las ganancias “desde el 1° de marzo de 2020 y hasta el 30 de septiembre de 2020 para las remuneraciones devengadas en concepto de guardias obligatorias (activas o pasivas), horas extras y todo otro concepto que se liquide en forma específica y adicional en virtud de la emergencia sanitaria provocada por el COVID-19”. La vigencia de dicha exención transitoria fue prorrogada por el Decreto 788/2020 del Poder Ejecutivo hasta el 31 de diciembre de 2020 y, por ley 27.617 (Art. 13), hasta el 30 de septiembre de 2021 , “con efecto exclusivo para las remuneraciones devengadas en concepto de guardias obligatorias (activas o pasivas) y horas extras……”.
Entendiendo desde la AMAP por entonces que estas normas no tenían ningún efecto real y beneficioso sobre los salarios trabajadores médicos, en función de la interpretación errónea que personal técnico de la AFIP hizo del concepto “guardias obligatorias”, y al pluriempleo al que estábamos sometidos los médicos por las bajas remuneraciones que se abonaban ya antes de la pandemia, decidimos sucesivamente dirigirnos por nota al Sr. Presidente de la Nación Alberto Fernández, entrevistarnos con el Director General de la AFIP Carlos Castagneto y mantener reuniones con los Diputados Nacionales Dr. Daniel Gollán, impulsor en 2023 de una nueva ley de exención de ganancias para el personal de salud, y Sergio Palazzo, señalando a todos ellos la inutilidad de todas esas leyes para otorgar un beneficio efectivo a todos los profesionales que trabajaron denodadamente a lo largo de la pandemia. Y lamentablemente, tras la sanción de la ley 27.718 elaborada por el Diputado Gollán, la falta de precisiones en la interpretación de esta última norma llevó a que la mayoría de las empresas no haya aplicado la exención del impuesto a las ganancias, alegando falta de precisiones por parte de la AFIP sobre el alcance de la exención, y en consecuencia, continuaran efectuando retenciones del impuesto salvo en las guardias que se cumplen en el mes y exceden la prestación normal y habitual o la jornada de 24 horas semanales. La AMAP lo consideró inaceptable y se manifestó contraria a esa postura conservadora de los empleadores, por causarle un grave perjuicio económico a los médicos que sufren las retenciones cuando claramente no corresponde, instó a las empresas de la salud a que cumplan con esta norma que establece la exención del impuesto para las guardias médicas, y además llevó adelante una ardua tarea para implementar los beneficios de la exención a los profesionales que desarrollan su actividad en otras modalidades, distintas de la guardia.
No conforme con la falta de compromiso y la inacción de los funcionarios para avanzar en la implementación efectiva de la exención impositiva, nuestra Asociación consideró imprescindible potenciar su esfuerzo comprometiéndose a integrar la Mesa Intersindical “El Salario No es Ganancia”, junto a más de sesenta gremios, en el justo reclamo que, no solo obtuvo el efectivo cumplimiento de la ley, sino que avanzó sobre la anulación de la aplicación del tributo al trabajador en relación de dependencia (4ta. categoría).
Gracias al trabajo incansable de nuestra organización, y a pesar de las diferentes dificultades que se fueron presentando a lo largo de los últimos años, los salarios de la inmensa mayoría de los profesionales médicos dejarán de ser alcanzados, finalmente, por el impuesto a las ganancias.
Vivimos este nuevo logro como un triunfo de y para todos nosotros. Lo hemos conseguido, en esta ocasión, llevando adelante una lucha mancomunada junto a otras organizaciones sindicales, movilizados por el principio irrenunciable de la defensa de los derechos de los trabajadores bajo el lema “la unión hace la fuerza, debemos seguir unidos, ya que tenemos el mismo objetivo, que se haga justicia”.
Nuestra organización, que está por cumplir sus primeros 16 años de trabajo sindical serio en defensa del trabajador médico de la actividad privada, viene sorteando en este corto período de existencia todo tipo de dificultades con idoneidad y una alta capacidad de compromiso y dedicación, logrando así transformarse con mucho esfuerzo en un sindicato representativo del sector de la salud, posicionándose con solidez frente a empresarios, cámaras empresariales, fundaciones y obras sociales, y ganándose muy tempranamente el reconocimiento del Ministerio de Trabajo de la Nación por el trabajo responsable e intensivo que viene desarrollando para cumplir sus objetivos fundacionales. La AMAP es una organización que nació para saltar las vallas de las adversidades, trabajando siempre en la defensa del médico, con la absoluta convicción que nos asisten el derecho y la razón.
La unión del gremio médico es fundamental para conseguir revertir toda situación injusta que atraviese nuestra profesión. Esto implica dejar de lado cualquier diferencia para focalizarse en la lucha conjunta en defensa del médico. Por ello priorizamos la búsqueda de los intereses comunes en favor de las diferentes instituciones gremiales y beneficien a sus afiliados, que en definitiva son el objetivo principal de toda organización de trabajadores. En este sentido, la AMAP viene construyendo alianzas con otros sindicatos médicos y no médicos para potenciar su lucha, y seguiremos en ese rumbo porque sin duda la sindicalización seria es el único camino para poder alcanzar los logros propuestos en defensa de todos los trabajadores.
Del éxito tras la lucha, se desprende el más importante de todos los aprendizajes: no hay que darse nunca por vencido. Este nuevo logro demuestra una vez más que la herramienta principal que tiene el profesional ante la realidad es agremiarse sumándose a la AMAP, que lucha por sus derechos laborales y condiciones de trabajo, como la base para el logro de más conquistas. Solo la unidad que proclamamos e impulsamos en reclamo de los legítimos derechos de los médicos logrará que la medicina vuelva a ser un trabajo digno.